miércoles, 26 de octubre de 2011

LIBERACIÓN FEMENINA E IGLESIA CATÓLICA









LA VERDAD CATÓLICA
Folleto EVC No. 617
LA LIBERACIÓN FEMENINA
Alicia Herrasti
En Inglaterra, hará un siglo, surgió el llamado movimiento de la "Liberación Femenina" un grupo de mujeres tuvo la audacia, en aquella época, de protestar en contra de la discriminación de la mujer en cuanto al sufragio; exigían el voto femenino para elegir a los gobernantes. Este movimiento pasó rápidamente a los Estados Unidos y las llamaban "sufragistas".
Estas inquietudes se reflejan desde mucho tiempo antes en la siguiente anécdota: durante la revolución francesa, cuentan que en el salón de una gran dama había una reunión de intelectuales que discutían acaloradamente de política. Uno de los participantes comentó impertinentemente con su anfitriona: ."que desagradable y extraño me parece oír a una dama como usted hablar de política" a lo que ella contestó: "señor cuando mi marido y mis hijos están en peligro de perder la cabeza, lo menos que puedo hacer es saber el por qué".
A lo largo de la historia siempre ha habido mujeres destacadas. Nacieron para cultivar las letras, las ciencias, las artes; ahora ganan medallas de oro en las Olimpiadas, son capaces de reformar pueblos y regir naciones; con sus nombres se enorgullece la humanidad y para todo esto no han necesitado ciertamente, el "permiso" de los hombres.
No confundamos la "emancipación" de la mujer con esta llamada "Liberación". La emancipación pide la eliminación de las barreras que impiden igualdad de oportunidades, con iguales salarios y prestaciones en los innumerables terrenos de la actividad humana. La "liberación" conduce a la mujer al desempeño de papeles masculinos en detrimento de los femeninos.
Por, los años de 1950, este movimiento que en su inicio fue sensato y justo, tuvo la desgracia de ser "adoptado" por un grupo de "intelectuales", hombres y mujeres, que hicieron de él un verdadero circo al desarrollar una serie interminable de teorías que no resisten ningún análisis, por lo que nos sería imposible revisar en este breve estudio tales teorías; a quienes se interesen por conocer hasta dónde puede llegar el empeño humano por engañarse a sí mismo, les recomendamos el libro de Arianna Stassinopoulos "LA MUJER FEMENINA".
En el año de 1975, proclamado por la ONU, se celebró en México el "Año Internacional de la Mujer" que tuvo una muy amplia difusión en todos los medios de comunicación, quedando bien clara la fuerte manipulación política socialista que alienta la liberación sexual como un aspecto de la lucha de clases, lo que presenta un grave conflicto, pues el sexo femenino no es una "clase" sino la mitad de la humanidad.
Vemos que el feminismo mal aplicado, está destruyendo la familia; nunca como ahora ha sido más atacada por toda clase de materialismos parece que hay un concurso internacional para ver quién puede acabar primero con este producto de "épocas pretéritas".
En la Unión Soviética se intentó abolir la familia y lograr que las mujeres y los hijos fueran económicamente independientes de los hombres, creando guarderías infantiles que arrancaban a los hijos de los brazos de sus madres y organizaron sistemas de cuidados domésticos colectivos, para liberar a las mujeres de las tareas hogareñas. El caos social provocado por la desintegración familiar en el transcurso de aquellos primeros años, especialmente por la ola de delincuencia juvenil que se registró entre los muchachos abandonados, indujo al gobierno soviético a suprimir estas políticas.
NEGOCIO MASCULINO
Ha pasado mucha agua bajo el puente desde los tiempos de las sufragistas; de la batalla por el voto, la conquista se extendió a otras muy diversas zonas de derechos; la mujer ha conquistado el derecho al profesionalismo y a desempeñar puestos públicos, incluyendo el de primer ministro, pero también el  "derecho" al divorcio, a la píldora anticonceptiva y al aborto; el derecho de ir de pie en los autobuses, a que la empujen los varones sin pedir disculpas, a que le griten majaderías cuando conduce un automóvil, el "derecho" a que los hombres le hagan malas proposiciones y sobre todo, el "gran derecho" a mantener una familia, con lo cual el varón se descarga de una antiquísima responsabilidad.
Así pues, de todo este movimiento, los verdaderamente liberados y favorecidos resultaron ser los hombres; antes el marido tomaba en serio el mandato bíblico y se afanaba, sudaba para sostener a la familia, pero desde que la mujer liberada puede y quiere trabajar, él ya no se supera.
Es ya frecuente, que en los matrimonios jóvenes ella sostenga la casa mientras él estudia y termina su carrera como si la esposa fuera su papá y como si no fuera posible estudiar y trabajar al mismo tiempo.
Hay casos abundantes en que la mujer sostiene sola la  casa en la que ya hay niños; cuando regresa rendida y fastidiada del trabajo, la esperan sábanas que lavar, niños que bañar, pilas de trastos sucios en la cocina y guisar para el día siguiente. Dos cargas lleva: la suya y la del marido, pero él ya no sale de perico-perro; ¿para qué esforzarse, si se casó con una mujer liberada tan capaz?
Cuentan de una maestra que un día se encontró a una de sus alumnas que se había casado y era madre de 4 niños y seguía trabajando. ¿Y tu esposo, gana poco o qué? - no maestra, respondió: ya nos separamos - ¡pobrecita! comentó la maestra; más a la alumna le brillaron los ojos de alegría y dijo: no, ahora estamos mejor que antes, porque él era el que me salía más caro.
No son pocos los casos en que la esposa gigantesca mantiene a toda la familia, incluyendo al marido y los mantiene bien... sólo que ella acaba muerta. Estupendo negocio para el hombre.
Asimismo antes el joven se reprimía, aunque fuera un poco, ante la novia por temor de engendrar un hijo; ahora ya no; él puede darse el gusto con ella o con cualquiera otra, al fin, gracias a la liberación femenina, ellas toman la píldora y evitan al hombre el meterse en conflictos, pues ahora los niños son conflictos y si no dio resultado la química, para eso está liberada: allí está el aborto; es verdad que ella sufrirá una experiencia y un trauma espantoso y que corre el riesgo de morir, pero su amante sale del aprieto tan tranquilo.
Por ley natural el padre es co-responsable en la educación de los hijos. Ahora está muy ocupado y deja a la esposa que se encargue de ello. La tarea queda grande a un solo cónyuge. La madre abrumada tiende a mimar a sus retoños y pronto aparecen los muchachos "problema" que destrozan el corazón y desquician la familia. Entonces el padre se enfurece y grita culpando a la madre consentidora. Quizá la educación de los hijos es la carga más cruel que ha recaído sobre la mujer en este movimiento que mejor debiera llamarse: "liberación masculina".
Puede parecer benéfico el que la esposa esclava se haya emancipado de la autoridad muchas veces tiránica del marido; ya el varón no manda en su casa pero la esposa tampoco, pues ya se cansa de mandar y de que nadie le haga caso; la mujer ya no obedece, pero no la obedecen a ella; su mandato que todos sabotean, se volvió una carga más de responsabilidad, aflicciones trabajos y pesadumbre de espíritu.
EL AMOR LIBRE
Vemos claramente que ahora la mujer tiene mas tribulaciones y obligaciones que antaño, ¿por qué pues siguen tantas mujeres estas corrientes de "liberación"? puede ser que muchas de ellas por seguir la moda, otras porque se casaron por equivocación, otras porque no se casaron, por fracasos en el matrimonio, por venganza, etc.
La adhesión a este movimiento oculta muchos resortes subconscientes y puede ser uno de ellos la promesa velada del amor libre. No serán pocas las mujeres que rechacen indignadas tal aseveración, pero veamos:
Leemos en alguna revista destinada a la mujer: "avanzamos" ya se nos concedió el divorcio en Italia; asunto sexual, en Costa Rica ya se legalizaron los anticonceptivos; asunto sexual, en Estados Unidos ya conquistamos el derecho al aborto.
Divorcio, pastillas y aborto: una trilogía formidable. Lo de esposa y madre, va a pasar a la historia; la familia desaparecerá como una institución opresora; lo moderno será la prostitución como hecho normal.
Cuántas jóvenes se casan llevando en la mente el evitar la familia y la posibilidad del divorcio, pensando en que si el hombre al que hoy juran fidelidad en solemne ceremonia, un día ya no les gusta pueden cambiarlo por otro y luego a ese otro por un tercero "hasta que encuentran la felicidad". No tienen que comprometerse interiormente de por vida ante Dios y llevan hecho el ánimo de que no deberán importarles los hijos que por "descuido" puedan haber engendrado.
La liberación sexual también compensa a la que no ha elegido esposo todavía, pues podrá probar con muchos siempre que no descuide la pastilla; así  pues, tanto a solteras como a casadas les vinieron de perlas los anticonceptivos pues las eximen de la "molestia" de un hijo.
Sumemos todos los elementos que forman la liberación sexual y tendremos a la prostituta hecha y derecha; podemos titular estas ideas como el "movimiento pro-abolición de esposa y madre"; una legión de mujeres ofrece a otras el amor libre, como el bien mas preciado.
No podemos terminar este capítulo sin mencionar a las más entusiastas partidarias de este movimiento: las lesbianas que por no estar en condiciones de establecer relaciones humanas satisfactorias para ellas no es la liberación femenina un lujo intelectual o emocional, sino un imperativo personal y tratan de destruir un estilo de vida aceptado y apreciado por la inmensa mayoría de las mujeres con el fin de complacer los gustos sexuales de una minoría.
Cada mujer tendrá que elegir qué quiere para sí misma: prostitución o espíritu para reclamar sus verdaderos derechos; ser respetada como mujer, esposa o madre.
LA MADRE SOLTERA
Ultimamente estamos oyendo a mujeres que llegan a los 30 o 35 años y dicen: yo no quiero el matrimonio, pero sí un hijo. Esto puede parecer "muy humano" como dicen ahora, pero indudablemente se ha juzgado a la ligera sin tener datos suficientes sobre las consecuencias de tales situaciones.
En primer lugar fácilmente podemos apreciar que esto significa para el niño un problema formidable, que se manifiesta en un desarrollo completamente anormal de lo que debe ser la vida de un niño común y corriente; desde luego es un hecho que el hijo de madre soltera voluntaria, tiene serias dificultades en la escuela con su aprendizaje, son mucho más distraídos y tienen dificultades de disciplina; en secundaria presentan más problemas de salud que los demás niños.
La ausencia de un padre es muy nociva en los pequeños y se traduce muchas veces en terribles pesadillas. Manifiestan una especial agresividad y mayorcitos, tanto niños como niñas, caen en grandes depresiones. En ausencia del padre los niños se vuelven tristes, sufren sentimientos de pérdida, aparecen aburridos y sin motivación en la escuela.
Para la madre soltera que trabaja y ve por su hijo, la cuestión económica es muy pesada. Gasta toda su energía en resolver problemas en vez de ser feliz; cae además en un error capital: toma al niño como adulto, exigiendo de él que sea compañero y confidente; el niño escucha con estupor las penas de su madre, quien tiene la necesidad de comunicárselas, lo que desde luego no contribuye en nada a la felicidad del niño.
El mayor problema del hijo de madre soltera es que el niño se ve forzado a crecer demasiado aprisa; hay niños que a los 8 años han manifestado nostalgia de su niñez; un niño de 3 años al ir a jugar a la pieza contigua le dice a su madre: si me necesitas, me llamas.
Gran número de niños se ven sobrecargados; no es posible que comprendan los problemas de los adultos ni es justo que los compartan. Estas presiones provocan en ellos serios desajustes de falta de propia estima por sentimientos conscientes o inconscientes de fracaso; ningún niño merece vivir en semejantes circunstancias.
No es difícil caer en cuenta de que la madre soltera voluntaria, es la persona más egoísta que darse pueda; tiene al niño para su propia satisfacción, es su dueña; cuelga de él todas sus frustraciones y fracasos que disfraza de grandes sentimientos de amor; la verdad es que un niño tiene derecho a un padre y nada ni nadie podrá suplir tan grande falta.
Parecidos problemas y aún mayores, tienen los hijos de divorciados que se ven desgarrados entre dos voluntades que luchan por conquistarlos eliminando al "contrario" cuando el niño ama y necesita a los dos.
Otro aspecto del problema de la madre soltera, es aquél que se debe, como en el caso de México, a una falta total de responsabilidad sexual. Parece ser que el 60% de los niños que nacen en México son ilegítimos. Esto trae como consecuencia dos problemas principales: la delincuencia infantil y juvenil y la tan famosa "explosión demográfica".
Vemos en las calles a todas horas del día y de la noche, parvadas de niños haciendo toda clase de malabarismos, para sobrevivir, muchos de ellos drogados, futuros idiotas y otras que en la calle aprenden a ser hábiles delincuentes.
La famosa explosión demográfica; ¿cómo es posible que traten de abrumarnos con propagandas de "pocos hijos para darles mucho", dentro de matrimonios, de familias establecidas y no atacan la verdadera explosión de los hijos sin padre de las madres solteras por irresponsables?
Los hijos de matrimonios tienen mayores posibilidades de ser ciudadanos útiles, sean pocos o muchos, pues no hay mejor escuela para la vida que una familia numerosa; desde el principio de los tiempos, la bendición de un hogar son los hijos, ¿cómo es posible que ahora sean los "enemigos "?
Familia: sé lo que eres.
Juan Pablo II
Y EL HOMBRE: ¿PUEDE SER LIBERTINO?
No faltan mujeres con vocación más que dudosa que expresan: ¿por qué no hemos de gozar nosotras de los mismos derechos sexuales que el hombre? él puede de soltero tener cuantas aventuras quiera y de casado ser infiel. La respuesta es: tampoco el hombre tiene esos derechos; se ha tomado esas libertades ilícitamente. La ley moral es pareja, las almas no tienen sexo.
Exija pues, fidelidad la esposa; adviértalo de antemano la novia; igualdad ética si; no igualdad en lo sucio, sino iguales en lo limpio. Más vale que el hombre se componga, a que la mujer se descomponga.
EL HOMBRE: ¿UN OBSTACULO?
Ciertamente que el esposo no puede estar de acuerdo conque su cónyuge se inscriba en la universidad tiempo completo o que se vaya a Europa de gira a cantar ópera o a bailar, que establezca un negocio que la absorba por completo, etc. El marido está en lo justo pues no es tolerable el que ella abandone demasiado tiempo el hogar, pero no debe culparse al esposo el que obstaculice una brillante "carrera" sino al matrimonio mismo.
No puede la mujer casada hacer a un lado el camino que libremente ha elegido. Al formar una familia se comprometió por su propia voluntad a cumplir con tal responsabilidad por encima de cualquier otra cosa; entregó su vida a cambio del amor ¿qué mejor carrera?
Pero no sólo a los esposos, sino también a los hombres en general se les achaca que estorban el buen éxito de la mujer que lidia en el plano profesional. Esto no siempre es así ¡cuántas mujeres han escalado los más altos puestos alentadas y sostenidas por los hombres y cuántas otras cuando hay verdadero talento, se han sobrepuesto a los contratiempos de la envidia, que muchas veces en el terreno profesional o artístico, no repara en sexos!
En pocos terrenos como en los del arte o las letras, han desarrollado las mujeres una extraordinaria actividad y han brillado con luz propia. Que no se justifiquen pues aquéllas que no alcanzaron un sitio de relieve diciendo que fue discolería de los hombres; la causa está en ellas mismas: falta de talento, de perseverancia, negligencia, etc. La mujer bien dotada y con amor a la actividad que ha elegido, tiene el mundo por conquistar al parejo de los hombres.
Es muy necesario el que la mujer que desea en serio entregarse a una profesión considere no solamente la posibilidad, sino la necesidad de permanecer soltera.
La formidable mujer soltera que tiene la libertad íntima y personal, dueña de su tiempo, de su mente y de su cuerpo; que liberada del sexo y con un profundo respeto de sí misma, encontrará las raíces de las más altas virtudes que la harán amar a su prójimo como a sí misma.
AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Es asunto de primordial importancia, el que la mujer se respete a sí misma, se ame a sí misma.
La mujer debe pensar en su alto destino, en los intereses eternos de los que forma parte, en el intelecto de que ha sido dotada, en la capacidad de amar que le ha sido dada.
El propio respeto se origina en el amor a nosotros mismos, motiva el primer paso hacia nuestro desarrollo, nos estimula a elevarnos, a ver hacia lo alto, a acrecentar nuestra inteligencia, a mejorar nuestras condiciones de vida. El respeto propio es la raíz de la mayoría de las virtudes: la castidad, la honradez, el cumplimiento de nuestras obligaciones, la limpieza y el orden etc. El menosprecio es hundirnos en un precipicio en cuyo fondo no hay sino infamia.
Cada uno de nosotros puede ayudarse en alto grado;  no somos pajitas arrojadas a la corriente para seguir su curso, sino que poseemos la libertad de acción, estamos dotados con el poder de ir contra las olas, de sobrepasarlas; esto quiere decir que podemos y debemos contrariar las malas costumbres actuales que no hacen sino degradar a la mujer.
Todos podemos elevarnos en la escala de entes morales, podemos albergar pensamientos puros, ejecutar buenas acciones, leer libros buenos, escuchar buenos consejos, vivir sobria y fugasmente, vivir con los propósitos y las metas que consideremos más altos.
El amarnos a nosotros mismos equivale a amar a nuestro prójimo; la persona que se desarrolla para el bien, está mejorando al mundo pues la sociedad no es sino un reflejo de las condiciones de los individuos que la forman.
Al cumplir las obligaciones que tenemos con nosotros mismos, podemos con más autoridad hacer que otros vean la necesidad de cumplir a su vez con sus obligaciones personales ¿cómo podemos elevar a otros si caminamos en el pantano de nuestras propias pasiones?, ¿cómo podríamos aconsejar pureza si caemos en la terrible trampa del amor libre, los anticonceptivos, el aborto y el divorcio?, ¿cómo podemos hablar de modestia si por estar "a la moda" aceptamos las "modas" actuales cada más impúdicas, andando casi desnudas en las playas haciendo del cuerpo un objeto? En todas las reformas, el mejoramiento que deseamos para los demás es empezar por nosotros mismos. Hay que dar testimonio de nuestros ideales, enseñar con el ejemplo. Cada quien refleja en su persona el resultado de su propia vida.
No debemos olvidar que nuestra felicidad en esta vida y en la otra, depende de las decisiones que a todo lo largo de ella vayamos tomando. Es ley natural que nadie pueda rehuir las consecuencias de sus propios actos. La mujer "moderna" que ni cuenta se da de que se menosprecia, ¿cómo podrá amar a su prójimo si no se ama a sí misma?
¿QUE DICE DIOS DE LA VIDA EN EL SENO MATERNO?
"Antes de formarte en el seno de tu madre te conocí; antes de que salieras de su seno te consagré" Jer. 1-5
"Tú formaste mis entrañas; tejiste mi cuerpo en el seno de mi madre" Salmo 139-13
Quién me formó a mí en el seno de mi madre, ¿no formó también a los demás? Job, 31, 15
"Desde mi infancia Dios me crió como un padre y desde el seno materno fue mi guía" Job 313 18
Regalo del Señor son los hijos, una recompensa "el fruto de las entrañas" Salmo 127-3
BIBLIOGRAFIA
Arianna Stassinopoulos LA MUJER FEMENINA.
Ema Godoy - Conferencia en Monterrey en junio de 1974
LA LIBERACION FEMENINA.
Revista TIME de enero de 1982. Single Parent, Double Trouble. John Leo, reported by Carol Ashkinaza. Atlanta and Nancy Pierce Williamson New York.
THE FREEMAN Self-improvement. Samuel Smiles.
EL DECALOGO.
El Decálogo es el conjunto de reglas de conducta que guían al hombre para que pueda cumplir con sus deberes para con Dios, con el prójimo y consigo mismo.
No hay ni ha habido en la historia de la humanidad, otro código moral tan simple y tan perfecto como el Decálogo; es una Ley antiquísima, aparece en la Santa Biblia en el libro del Éxodo y ha permanecido inalterable a través de los milenios; es una ley Divina que no puede ser violada por los hombres sin consecuencias y ninguna ley humana puede romperla o alterarla.
Los 10 Mandamientos son el "manual” de la conducta humana, son la raíz de los Derechos Humanos.
AMASIATO.
El amasiato viola directamente el 6o mandamiento de la Ley de Dios que dice NO FORNICARAS.
Comencemos por precisar a qué se llama amasiato: a que un hombre y una mujer vivan juntos sin estar casados por la Iglesia.
Empecemos por entender bien que este lamentable estado no deja de existir porque ellos se unan por la ley civil, pues el matrimonio civil es NULO entre bautizados, cuyo verdadero matrimonio es el religioso, por lo que todo cristiano que vive sin casarse por la Iglesia, vive en amasiato y si se casa por lo civil, cae en lo que S.S. Pio XII llama "concubinato legal".
Las razones principales por las que no debe vivir en amasiato, son las tremendas consecuencias que tal estado trae bajo los puntos de vista religioso y social, pues aún para el hombre o la mujer indiferentes en religión, el estado de amasiato resulta insoportable por la poca estimación propia que esto refleja.
No hay mujer que no se sienta avergonzada cuando en cualquier gestión que tenga que hacer y le pregunten su estado civil, tenga que contestar: unión libre.
Es un hecho que la mujer amancebada, no podrá obtener para su persona el mismo respeto y estimación que una espesa, ni del "compañero" con el que vive, ni de los hijos, ni mucho menos de la sociedad aunque ésta se haya vuelto tan "permisiva", pues en el fondo no será tratada igual una mujer de bien, que una a la que le resultan indiferentes lo que llamamos "las buenas costumbres" que tienen como raíz, los preceptos morales del Decálogo.
Pero todos los males sociales, por grandes que sean, que ciertamente lo son, no tienen comparación con los que trae consigo el amasiato bajo el punto de vista religioso. El amasiato fija a la pareja continuamente en estado de pecado con todas sus fatales consecuencias; los aparta de los sacramentos y privados de la gracia, ninguna de las buenas obras que hagan, merecerán recompensa eterna y permaneciendo en ese estado, no podrán recuperar la gracia, pues no encontrarán ningún sacerdote católico en todo el mundo, que les dé la absolución mientras no se aparten uno del otro o se casen por la Iglesia.
Y ¿qué pasará en caso de muerte?, y ¿qué pasará con los hijos?, ¿qué puede esperarse de ellos cuando sean grandes, habiendo recibido de sus padres semejante ejemplo?
No hay que olvidar que el ejemplo de los padres es decisivo en la vida y el futuro de los hijos.
DIVORCIO    =    INFIDELIDAD
DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO = ADULTERIO
Entre bautizados, si quien está casado por la Iglesia se divorcia y se une civilmente con otra persona, además de vivir en amasiato, vive en ADULTERIO.
El divorcio viola los 10 Mandamientos de la Ley de Dios
lo.   Ofendiendo gravemente a Dios, a quien tiene que amar sobre todas las cosas.
2o.   Faltando a la fidelidad conyugal, profanando el sacramento del matrimonio.
3o. Profanando por ese estado de pecado, las fiestas que se deben santificar.
4o.   No cumpliendo los deberes DE LOS PADRES CON LOS HIJOS y de los esposos entre sí.
5o.   Causando graves daños al cónyuge, pues hay médicos que calculan en dos años el tiempo necesario para que un divorciado "vuelva a tenerse en pie".
6o.   Porque casi siempre el motivo del divorcio es la infidelidad.
7o.   Tomando lo ajeno en contra de la voluntad de su dueño, pues cada cónyuge es propiedad del otro.
8o.   Mintiendo, pues se recurre a toda clase de mentiras y hasta a calumnias, para justificar pasiones cuya violencia llega al odio más cruel.
9o.   Deseando la mujer o el marido de otro.
10o.  Codiciando lo que no es suyo.
Debemos comprender que las leyes humanas no pueden alterar ni romper las leyes divinas y es una LEY DIVINA la indisolubilidad del matrimonio, "desde el principio" Dios los creo hombre y mujer y de su unión vienen los hijos, los que no pueden tener otro papá y otra mamá que los suyos, lo que hace a la familia INDESTRUCTIBLE.
Nunca como ahora se ha visto la familia más atacada, menospreciada, vilipendiada, etc.. Por todos los medios como pueden ser las telenovelas, el cine, las revistas, el teatro, que relajan las costumbres llegando a ser verdaderas ideas al adulterio, al libertinaje en el uso del sexo y hasta a la muerte. ¿Han contado las camas y los muertos de cada serie de T.V.?
Se habla ahora de los derechos del niño; el primero sin duda es NACER y después tener SU papá y SU mamá, pues ellos con su amor  y unión harán posible el desarrollo normal de la vida humana.
Los niños de no hace tanto tiempo, vivían totalmente felices enraizados en el matrimonio indestructible de sus padres, en cambio ahora son hojitas al viento de las pasiones de sus mayores; nada puede ser más doloroso que un pequeño de 5 años llorando porque ve algo que ni bien comprende o a un adolescente que ve que el infierno existe en este mundo y se llama DIVORCIO.
Por algo el Padre Chinchachoma dice: "si piensas en divorciarte, comienza por asesinar a tus hijos".
Desde luego muchos de los males del divorcio se deben a la increíble ignorancia de los novios acerca de lo que es el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO instituido por Nuestro Señor Jesucristo cuando dijo:
"LO QUE DIOS HA UNIDO, NO LO SEPARE EL HOMBRE".


viernes, 21 de octubre de 2011

SOBRE LA FAMILIA




LA FAMILIA TRADICIONAL, PRIMERA SOCIEDAD NATURAL
Los hijos de familias formadas por un hombre y una mujer están mejor situados que los hijos de familias que habían sufrido el divorcio de los padres, las parejas de hecho y los hogares monoparentales
La familia formada entre un hombre y una mujer es la primera sociedad natural, la primera comunidad en la que el ser humano experimenta como ser social. Por eso, ese primer segmento social hace una contribución única e irremplazable para el bien de cada ser humano en su sociedad.
Un estudio de la estadounidense The Family Watch constataba que los progenitores enlazados a través del matrimonio tradicional y sus hijos estaban mejor situados que los hijos de familias que habían sufrido el divorcio de los padres, las parejas de hecho y los hogares monoparentales.
La investigación constataba que estos niños tienen mejor robustez, menos indigencia y tasas bajas de embriaguez y otras adicciones. Además, estos hijos presentan menores índices de frustración escolar y fechorías juveniles, menor repetición en las relaciones carnales precoces y embarazos no deseados; otro dato significativo es que en sus casas hay menos violencia doméstica.
De hecho, el rendimiento medio de la familia tradicional y su repercusión en la sociedad se evidencia en el hecho de que reciba una ayuda destacada en los presupuestos estatales. El razonamiento clave para los planes socioeconómicos es la sostenibilidad de la sociedad. The Family Watch concreta la “familia sostenible” como la que mejor puede salvaguardar la tranquilidad de sus miembros sin dejar en la estacada a la sociedad en general y el de las futuras generaciones.
Más datos que caracterizan a la excelencia social del modelo de familia tradicional es que, por ejemplo, los índices más bajos de embriaguez y consumo de drogas entre los que componen los hogares estables son una descarga para los servicios sociales establecidos. Otro aspecto a tener en cuenta es que, según un estudio británico empleado por The Family Watch, estima en 26.000 millones de euros al año el dinero que cuesta a Inglaterra las rupturas conyugales.
EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL VERSUS HETEROSEXUAL
El matrimonio está sufriendo ataques que pretenden independizarlo de la ley natural. La protección de la familia ha pasado a un segundo orden y se acelera la desintegración del sistema social hasta ahora conocido. Los impulsores de estas ideas consideran que el matrimonio entre un hombre y una mujer, así como la “paternidad”, la “maternidad”, la familia y el matrimonio, como frutos de una cultura ya rebasada. Además, lo consideran fruto de unas creencias religiosas que nada tienen que ver con la tendencia natural de la procreación.
 Un aspecto es evidente, las parejas homosexuales estables, como las demás uniones de hecho, conservan asimilaciones con los matrimonios en lo que se refiere a la convivencia y a sus secuelas, pero permanece una gran oposición: dos hombres o dos mujeres no pueden engendrar hijos.
En una visita a España, en secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, defendió la vigencia de la Declaración de Derechos Humanos de 1948, afirmando que: “La Iglesia proclama que la vida familiar está fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble, libremente contraído (…) Desde su concepción, los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y con la madre, que los cuiden y acompañen”.


LA FAMILIA TRADICIONAL ... ¿ESPECIE EN EXTINCIÓN?
Nos estamos acostumbrando a ver los problemas sociales con visión corta y por ello nos cuesta trabajo identificar sus orígenes, -y con ello-, el camino para resolverlos.
El caso Kalimba es una muestra de visión corta. Dos muchachitas que jurídicamente son consideradas por la ley como menores de edad llevaban vida de mujer adulta, -y ejerciendo ese rol-, conocen a Kalimba trabajando ambas en un antro donde no debían ingresar menores de edad. El resto de la historia es de sobra conocida pues se ha ventilado en los medios de comunicación sin ningún pudor, y hasta con descripciones explícitas.
Dilucidar sobre la inocencia o culpabilidad de Kalimba no es el tema que ocupa mi atención, sino que quisiera centrarme en la responsabilidad de los padres de estas menores de edad, -que sin control-, pasaban la noche fuera de casa sin que los progenitores tuviesen preocupación al respecto.
Si ambas eran menores de edad, ¿los padres no tenían toda la responsabilidad de ejercer supervisión sobre ellas?. Ésto evidentemente no sucedió. Por ello es fundamental, -tomando este ejemplo-, voltear hacia dentro de la familia mexicana y ver lo que hoy sucede ahí.
A la familia se le ha considerado la estructura fundamental y básica de la sociedad, en cualquier parte del mundo, y desde hace muchos años.
Dentro de la familia se adquieren los valores sociales y morales. Ahí se complementa el proceso de educación durante los primeros años de vida, pues el papel de los padres es fundamental para el aprovechamiento de lo que se aprende en la escuela.
La percepción de lo que es el mundo, la sociedad, -e incluso de lo que debe ser el concepto de familia y de la vida en pareja-, se forma en esa época.
La crisis que ha vivido la estructura familiar a partir de los años setenta y ochenta, -hasta nuestros días-, podemos verla reflejada en nuestra actual crisis de valores sociales y de valores morales.
Siempre queremos echar la culpa, -dependiendo desde qué partido se lancen los dardos envenenados-, a las políticas públicas y la actuación de los gobiernos, siendo que la crisis nace desde la estructura misma de la familia tradicional.
La crisis educativa es inevitable si vemos el gran vacío que ha dejado la familia,-que hoy ha perdido su rol de centro emocional del individuo, y con ello, la escuela ha dejado de ser la formadora de buenos ciudadanos.
Siempre fue así … hace muchos años nuestros padres eran la contraparte de la escuela. Unos padres se involucraba más que otros, -pero aún así-, se sentían responsables de nuestro desempeño.
Sin embargo, si la familia se desdibuja, se pierden los roles de los padres y los hijos, y simplemente se convierte en un grupo de individuos que comparten el mismo techo. La comunicación intrafamiliar se pierde y con ello el rol formativo de los padres.
Reporta el INEGI en su último censo, que en 1990 el 75% de las familias mexicanas era tradicional (papá, mamá e hijos). Para el año 2000 constituían 69% y, en 2005, habían disminuido a 68%.
La pareja es el centro y origen de la familia, -y hoy que la relación se ha vuelto finita y circunstancial-, ha impactado la estabilidad de la familia. Si la pareja no sobrevive como tal, la familia también se desintegra.
Mi generación es la bisagra entre dos épocas. Fuimos educados en escuelas convencionales y vivimos en el contexto de familias tradicionales y hemos sido testigos, -y actores en muchos casos-, del fracaso de la relación de pareja.
El amor hoy puede ser considerado una frivolidad propia de las telenovelas y la literatura, y una manifestación de idealismo, en esta época en que el sexo parece ser la razón de ser de la vinculación en las relaciones de pareja, lo cual muestra una gran pobreza espiritual de nuestra época.
Sin embargo, -aunque no sean muy frecuentes-, testimonios de parejas consagradas el uno al otro, -unidas por un amor profundo e incondicional-, existen y nos muestran que aunque muchos podamos haber fracasado en el intento, ese tipo de relación simbiótica es posible y se puede lograr cuando existe la primera condicionante, que es el respeto mutuo, del cual se deriva la tolerancia necesaria para permanecer juntos.
Cuando tenemos la fortuna invaluable de haber sido criados por este tipo de parejas, el testimonio que se deriva del poder persuasivo del ejemplo, se convierte en una fortaleza que nos impulsa a construir o luchar por mantener, este tipo de relaciones para toda la vida y el mensaje a los descendientes es claro y de alto impacto para la preservación de la familia.
Seguramente hay que voltear hacia el centro de nuestras familias para identificar como será México en el futuro.
¿Cómo construir un mejor país? … no veo otro camino que forjar mejores ciudadanos, cuya conducta cotidiana frente a la sociedad esté regida por valores.
El incremento a la violencia podría tener que ver con falta de oportunidades laborales, es cierto, pero este argumento se está convirtiendo más en una bandera político-electoral, que en una visión de fondo.
La delincuencia nutre sus ejércitos de sicarios de esta nueva generación de niños que no han tenido la fortuna de tener una familia tradicional. Por tanto, son los olvidados de la sociedad y hoy se rebelan y cobran con saña la factura del resentimiento, combinado con la falta de oportunidades.
El incremento a las adicciones se origina en este entorno. Por ello el intento de destruir a la familia tradicional en realidad termina siendo un sabotaje al país, -aunque no sea intencional-.
Hay sectores de la población que han exigido a los gobiernos espacios para otros modelos de familia.
Sin embargo, que se legisle para favorecer esas demandas ciudadanas no significa que un reto fundamental sea la preservación y rescate del modelo de familia tradicional, que ha sido un pilar fundamental de la sociedad mexicana, en el cual la madre se ha convertido en el refugio emocional de toda la familia.
Aún dentro del modelo de familia “monoparental” (hijos viviendo con sólo uno de los padres), que hoy crece a un ritmo dinámico, se puede vivir el modelo fuerte e indestructible de una familia tradicional unida por el respeto y los valores.
Lo que sí podemos hacer los ciudadanos para fortalecer a nuestro país, es mejorar la calidad de la vida en familia, evitando la violencia intrafamiliar y fortaleciendo la relación con los hijos, para así poder estar atentos a los riesgos que pueden afrontar y guiarles en su proceso de maduración.
El DIF, -que se denomina como institución de asistencia para el “desarrollo integral de la familia”-, fue desatendida en el ámbito federal durante los dos sexenios anteriores por falta de interés de las presidentas.
Hoy debiese reenfocarse a su misión fundamental, para retomar el fortalecimiento de la familia tradicional como estrategia paralela para sacarnos del ambiente de violencia.


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