Imagen tomada de la página web Medium
https://medium.com/@roy66hill/diane-downs-and-the-shooting-of-her-three-children-d69eb155c428
Diane Downs, la madre que disparó contra sus hijos
El 19 de
mayo de 1983 un crimen atroz conmocionó a la comunidad de Springfield, Oregón.
Diane Downs, una mujer de 27 años, condujo hasta un hospital con sus tres hijos
gravemente heridos por disparos. Lo que al principio parecía un brutal ataque
perpetrado por un desconocido, terminó por revelar una oscura historia de
manipulación, obsesión y frialdad.
Diane
llegó a la sala de emergencias con sangre en sus manos y un relato perturbador.
Afirmó que un desconocido con el rostro cubierto la había atacado en una
carretera desolada, disparando a sus hijos y a ella misma antes de huir. Sin
embargo, su propia herida –una lesión superficial en el brazo– despertó
sospechas inmediatas entre el personal médico.
Sus
hijos, Christie (8 años), Cheryl (7 años) y Danny (3 años), llegaron en estado
crítico. Cheryl ya había fallecido antes de recibir atención, mientras que
Christie y Danny sobrevivieron con heridas que los dejaron con secuelas
permanentes: Danny quedó paralítico y Christie sufrió un derrame cerebral que
afectó su capacidad para hablar.
Investigación
y juicio | La verdad sale a la luz
Las
inconsistencias en la historia de Diane llevaron a la policía a investigar más
a fondo. Su comportamiento frío y despreocupado resultó inquietante; sonreía y
coqueteaba con los oficiales a pesar de la tragedia. Además, testigos
informaron haberla visto conduciendo despacio por la carretera en la noche del
crimen, sin signos de desesperación.
El punto
clave del caso llegó cuando Christie, tras una larga recuperación, pudo
comunicarse con los investigadores. Su testimonio fue devastador: su propia
madre les había disparado. Diane, obsesionada con un hombre casado que no
quería hijos, intentó deshacerse de ellos para poder mantener la relación.
Las
pruebas forenses confirmaron que el arma usada coincidía con un modelo que
Diane poseía, aunque nunca se encontró el arma exacta. Además, un análisis de
su diario reveló su obsesión por su amante y su deseo de eliminar cualquier
obstáculo en la relación.
En 1984,
Diane fue arrestada y llevada a juicio. Durante el proceso, mostró una actitud
narcisista y distante, negando cualquier responsabilidad en el crimen. Sin
embargo, las pruebas eran abrumadoras.
Consecuencias
| Justicia y una nueva vida para sus hijos
El jurado
no tardó en declararla culpable de asesinato y tentativa de homicidio. Fue
sentenciada a cadena perpetua más 50 años de prisión. En 1987, intentó
escapar de la cárcel, pero fue capturada diez días después.
Los dos
hijos sobrevivientes fueron adoptados por Fred Hugi, el fiscal del caso, y su
esposa, quienes les dieron un nuevo hogar y protección frente a su madre
biológica.
Diane
Downs continúa cumpliendo su condena en una prisión de máxima seguridad en
California. Sus intentos de solicitar libertad condicional han sido rechazados,
ya que sigue sin mostrar remordimiento por sus crímenes.
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